Simplificación de trámites, mayor agilidad en su constitución, ahorro de costes, mejoras en la solvencia financiera y en su competitividad son las claves básicas que permiten entender el espíritu y la esencia de la nueva Ley de Cooperativas de Castilla y León. Esta reforma participativa cuenta con el apoyo de la Unión regional de Cooperativas de Castilla y León (Urcacyl), de los sindicatos y al menos de Asaja, la principal organización agraria de la Comunidad autónoma.
A partir de su entrada en vigor, los emprendedores de la llamada economía social podrán constituir cooperativas con solo dos socios, uno menos que hasta ahora, facilitando su creación y con una mayor solvencia.
Algunas de las principales novedades de esta ley son:
- Ampliación del capital social mínimo de 2000 a 3000 euros
- Introduce la categoría de socio de servicios
- Reducción de 3 a 2 el número mínimo de socios trabajadores
- Legalización electrónica de los libros y cuentas anuales
- El nombramiento de interventores será opcional en las que cuenten con auditoría externa
- Las cooperativas con las de 500 socios deberían publicar en su web la convocatoria de asamblea
- Las cooperativas agrarias pasan a denominarse agroalimentarias